Acaba de terminar 2018 y... ¡me caso! ¿y ahora qué? Son muchas las cosas a tener en cuenta y en este post te vamos a orientar por dónde empezar...
Hay que tomar muchas decisiones, tales como:
- ¿Qué ceremonia quiero? ¿Civil o religiosa?
- ¿Cuándo hacerla?, ¿de día?, ¿de noche?
- ¿Al aire libre o en salón? ¿Y en carpa?
- ¿Qué tiempo hará? ¿hará frío o calor?
- ¿Vestido de Novia de una o dos piezas?
- ¿Cuántos amigos quiero que me acompañen? ¿Cuánta familia tenemos entre los dos?
Flores, zapatos, vestido de novia, etc... Todas ellas son las primeras cuestiones que se nos plantean, ¡Ah! y el vestido de mis sueños. Ese que me favorezca y que sea lo suficientemente ligero para que me permita disfrutar del día.
¿Y cómo quiero que sea mi Vestido de Novia?
Hoy en día hay muchos estilos y posibilidades. ¿Los que vemos en las pasarelas y en las revistas o el que está por diseñar que se adapte a mis necesidades y convicciones?

¿Por qué no soñar con mi propio Vestido de Novia? Una novia se merece ser única el día de su boda. Tiene que ser auténtica y genuina, y no debería de ser comparada con ninguna otra que pueda llevar un vestido como el suyo. Tiene que resaltar sus cualidades y lo más característico de su personalidad. Lo más importante, debe de sentir que es ella misma, la única, la auténtica y así resaltará su esplendor más que nada en el mundo.
A partir de este momento es cuando entra en juego lo que realmente va en función de tu figura e ir paso a paso. Sin prisa pero sin pausa..

